El Impulso Sexual Masculino y Cómo Cambia con la Edad
La libido o impulso sexual puede ser una parte esencial para sentirse saludable y tener una buena calidad de vida. A medida que los hombres envejecen, su deseo sexual tiende a disminuir, pero esto no significa una reducción en la satisfacción sexual.
Puntos clave:
- El impulso sexual masculino y los niveles de testosterona disminuyen con la edad.
- Tener menos relaciones sexuales no significa menos satisfacción.
- Una buena salud mejora la función y calidad sexual en cualquier edad.
- El ejercicio aeróbico puede mejorar la función y satisfacción sexual.
A medida que los hombres envejecen y sus cuerpos cambian, su impulso sexual también lo hace. Aunque la actividad sexual tiende a disminuir con la edad, la satisfacción sexual no necesariamente sigue el mismo patrón. Sorprendentemente, a pesar de una disminución en el deseo sexual y un aumento en la disfunción sexual, los hombres en sus 50s reportan una mayor satisfacción sexual que aquellos en sus 30s y 40s.
Edad, deseo sexual y satisfacción sexual
En diversas etapas de la vida, la actividad y satisfacción sexual experimentan variaciones significativas. Datos demográficos indican que la actividad sexual tiende a ser más prominente alrededor de los 20 años, con una disminución gradual a partir de los 30. Adicionalmente, desde la cuarta década de vida, se observa una mayor propensión en hombres a presentar disfunciones sexuales, como la disfunción eréctil.
Sin embargo, es crucial no generalizar que el envejecimiento conlleva una disminución en la calidad de las relaciones sexuales. Aunque la frecuencia pueda disminuir, la satisfacción sexual no está directamente correlacionada con la edad.
Un análisis realizado en Noruega ha proporcionado hallazgos reveladores en este ámbito. A pesar de una disminución notoria en la actividad sexual y un incremento en las disfunciones sexuales con el envejecimiento, la percepción de la satisfacción sexual demostró ser más matizada. Según este estudio, la cohorte de 20 años registró los índices más elevados de satisfacción sexual, superada únicamente por la cohorte de 50 años. Esta última, a pesar de enfrentar mayores desafíos relacionados con la salud sexual, reportó una mayor satisfacción en comparación con los grupos de 30 y 40 años.
Adicionalmente, una investigación en EE.UU. sugiere que, aunque la calidad de vida sexual puede disminuir con el envejecimiento, aquellos individuos de mayor edad con relaciones sexuales de alta calidad tienden a reportar una mejor percepción de su vida sexual. Este fenómeno ha sido atribuido a lo que se denomina «sabiduría sexual», una comprensión más profunda y enriquecedora de la sexualidad adquirida a través de la experiencia. Estos hallazgos son fundamentales para cualquier individuo preocupado por la evolución de su vida sexual a lo largo del tiempo.
Testosterona y deseo sexual
Los niveles de testosterona desempeñan un papel fundamental en el deseo sexual masculino. La testosterona es la principal hormona sexual responsable del desarrollo sexual masculino y también está relacionada con el deseo sexual. Las investigaciones han demostrado que los niveles de testosterona de los hombres disminuyen con la edad a partir de los 30 años, y alcanzan sus niveles más bajos después de los 70 años, cuando el deseo sexual está en su punto más bajo.
El nivel bajo de testosterona en los hombres se denomina hipogonadismo masculino. El hipogonadismo en los hombres puede causar o contribuir a un menor deseo sexual, disfunción eréctil, infertilidad, pérdida de masa ósea, pérdida de masa muscular y depresión.
El tratamiento sustitutivo con testosterona puede tratar el hipogonadismo masculino, y las investigaciones demuestran que en los hombres mayores puede mejorar la actividad sexual, el deseo sexual y la disfunción eréctil. En un estudio de hombres con diabetes tipo 2 mal controlada, se demostró que la terapia de sustitución de testosterona no sólo mejoraba la función sexual, sino también la calidad de vida y la memoria.
Aunque se considera una parte normal del envejecimiento, el bajo nivel de testosterona puede estar causado por diversas afecciones médicas, como traumatismos craneoencefálicos y algunos medicamentos. Ciertos medicamentos recetados pueden disminuir los niveles de testosterona, incluidos los opioides (analgésicos), la terapia hormonal para el cáncer de próstata y algunos otros fármacos.
Recuerde que no debe dejar de tomar ningún medicamento sin consultar antes con su médico. Si le preocupan sus niveles de testosterona, coménteselo a su médico o a otro profesional sanitario.
Mejor salud significa mejor sexo
Con el avance de la edad en los hombres, la salud se convierte en un factor determinante en la calidad de su vida sexual. Estudios científicos han demostrado que aquellos individuos con una salud óptima mantienen un mayor interés sexual, frecuencia de actividad y una superior calidad en su vida sexual. No obstante, condiciones médicas como la hipertensión y enfermedades cardíacas, que inciden en el flujo sanguíneo, pueden influir negativamente en el deseo y generar disfunciones sexuales masculinas.
Además, ciertos medicamentos tienen el potencial de impactar el deseo y rendimiento sexual masculino. Entre estos se incluyen medicamentos prescritos para tratar la hipertensión, depresión, afecciones prostáticas y alopecia. Específicamente, los betabloqueantes, diuréticos y finasterida (Propecia, Proscar) son conocidos por sus posibles efectos adversos en la función sexual. Es esencial consultar con un profesional de la salud sobre los efectos secundarios potenciales de cualquier medicación; en ocasiones, los beneficios terapéuticos pueden justificar los riesgos asociados.
Disfunción eréctil
El proceso natural de envejecimiento, combinado con factores de salud subóptimos y la interacción con determinados medicamentos, puede llevar a una disminución del apetito sexual y, en casos más severos, a la disfunción eréctil. Esta última condición, lamentablemente, se asocia frecuentemente con episodios de depresión, lo que subraya la importancia de abordarla adecuadamente. La medicina contemporánea, reconociendo la gravedad de este asunto, ha dedicado considerables recursos e investigaciones en busca de soluciones efectivas que permitan mejorar la calidad eréctil de los hombres.
En el mundo actual, la tecnología y la farmacología han presentado diversas alternativas para contrarrestar la disfunción eréctil. Entre estas opciones se encuentran procedimientos avanzados como los implantes de pene, y también medicamentos farmacológicos consolidados, tales como el sildenafilo (conocido comercialmente como Viagra), el tadalafilo (Cialis) y el vardenafilo (Levitra, Staxn). Si bien estos fármacos han demostrado ser efectivos y seguros para una amplia gama de hombres, es esencial mencionar que pueden presentar interacciones adversas en aquellos pacientes que consumen nitratos, como nitroglicerina o isosorbida.
Por otro lado, en la búsqueda de soluciones más naturales, los aceites de CBD han emergido como una opción prometedora. Estos productos se destacan no sólo por su capacidad para potenciar la función eréctil, sino también por ser herramientas útiles en la reducción de niveles de ansiedad y estrés, factores que, indudablemente, afectan la libido y el rendimiento sexual. Específicamente, los aceites y gominolas de CBD actúan mejorando la circulación sanguínea, lo que beneficia directamente la función eréctil. En este contexto, se sugiere que los aceites de CBD de espectro completo, que incluyen tanto CBD como THC en dosis equilibradas, podrían ser especialmente eficientes en la lucha contra la disfunción eréctil.
El ejercicio puede mejorar el sexo
La importancia del ejercicio aeróbico para la salud general es ampliamente reconocida en la comunidad médica. Este tipo de actividad contribuye significativamente a la reducción de niveles de colesterol, presión arterial y grasa corporal, y, consecuentemente, disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardíacas coronarias. Asimismo, la literatura científica respalda la relación positiva entre el ejercicio aeróbico y la salud sexual.
Un estudio realizado en Japón evidenció que la práctica regular de ejercicio aeróbico potencia la función sexual en hombres con edades comprendidas entre los 43 y 59 años. De manera paralela, una investigación desarrollada en Estados Unidos corroboró que actividades aeróbicas, tales como correr, ciclismo o natación, favorecen la función sexual en individuos masculinos de 18 a 50 años. Estos hallazgos subrayan la relevancia del ejercicio como herramienta para optimizar la salud sexual.
¿Cuándo dejan los hombres de ser sexualmente activos?
La percepción de que la actividad sexual disminuye considerablemente con la edad no es del todo precisa. Los estudios indican que muchos hombres continúan manteniendo una vida sexual activa hasta avanzada edad, incluso superando los 70 años. Si bien la frecuencia sexual puede disminuir con el paso de los años, numerosos individuos de edad avanzada siguen participando en actividades íntimas.
Es relevante destacar que, en la población de 55 años en adelante, se ha observado un incremento en las tasas de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como clamidia, gonorrea, sífilis y VIH en las últimas décadas. Aunque el aumento de ETS en esta población puede ser motivo de preocupación, es un indicador de la continuidad de la actividad sexual en la tercera edad.
Con el avance de la edad, los hombres podrían experimentar una reducción en la frecuencia de sus relaciones íntimas, pero esto no implica necesariamente una disminución en la satisfacción sexual. Factores como el envejecimiento y la salud pueden influir en la función y satisfacción sexuales. Sin embargo, intervenciones médicas y la práctica regular de ejercicio pueden optimizar tanto la función como la satisfacción sexuales a lo largo de la vida. Ante cualquier inquietud sobre la disfunción o el deseo sexual, es aconsejable consultar a un especialista en salud.
Nota: Este contenido no sustituye una consulta médica. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado.
Referencias y Fuentes:
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